Lactancia materna vs. Biberón. La importancia de la información veraz y contrastada
Hace unos días tuvimos reunión de grupo de apoyo en Donostia.
El tema: Lactancia materna vs Fórmula. ¿Por qué amamantar?
Es un tema del que me gusta hablar, pero me da miedo hacer daño a las madres que me oyen. Conocer las razones por las que dar el pecho es importante para mamá y bebé es necesario, pero en esta cultura del biberón, donde muchos de nosotros hemos tomado y dado biberones, hablar abiertamente de los riesgos de la lactancia artificial puede abrir heridas profundas en las madres.
Sin embargo, no hablarlo es ocultar una información importante que puede mejorar la salud de las nuevas generaciones.
Hubo que ser claros con el tabaco para que la gente se concienciara del peligro.
Hubo que ser claros con el uso de los medicamentos para que la gente se concienciara de darles un uso racional.
Es importante ser claros también con los riesgos que conlleva la alimentación con fórmula.
Es cierto que la fórmula y el agua potable han salvado vidas cuando por razones el bebé no ha podido ser amamantado; hace 100 años los bebes no amamantados morían, pero hoy día los bebés no amamantados en los países desarrollados no mueren. Y puede ser injusto comparar la leche de fórmula mínimamente con el tabaco que, en ninguna situación, nunca, ha traído nada mínimamente beneficioso para el fumador.
Pero creo que es importante que seamos conscientes de que la probabilidad de una peor calidad de vida de los bebés, a corto, medio y largo plazo aumenta cuando no son amamantados. Está claro que todos los bebés no amamantados no van a sufrir todas las consecuencias de que se hablan, ni que todos los bebés amamantados se van a librar de ellas.
Como dice una compañera mía, esto es como una lotería en la que todos, por el mero hecho de estar en este mundo, tenemos unos boletos para padecer, por ejemplo, asma, diabetes o problemas cardiacos a la edad adulta.
Cuando un bebé no es amamantado tiene más boletos, pero no los tiene todos; es más probable que suceda, pero no es seguro.
Los estudios dicen que los niños no amamantados tienen un 50% más de posibilidades de padecer asma. Esto es una estadística, un estudio hecho basándonos en muchos niños. ¿Qué quiere decir? Esto significa que si cogemos un grupo formado por 100 niños amamantados y 100 niños no amamantados, y se calcula que aproximadamente el 10% de los niños tienen asma, en este grupo tendrán asma 8 niños que son o han sido amamantados y 12 que no lo han sido.
Todavía hay 88 niños que no han sido amamantados que no tienen asma, pero la realidad es que los niños no amamantados tienen más posibilidades de tener asma los niños que han recibido leche materna.
El ser amamantados o no, no es el único factor que va a restar salud en un individuo. El consumo de tabaco, azúcar, la obesidad, la vida sedentaria… también van a hacer que la gente tenga «más boletos» que seguramente, como madres, no podremos controlar ni evitar, sobre todo a partir de cierta edad.
Pero podemos evitar esos boletos que añadimos a su vida si amamantamos y, en casi todos los casos, es posible amamantar.
No quiero juzgar las situaciones que a cada madre le han llevado a tomar la decisión que haya tomado en cuanto a la alimentación de su hijo, pero me parece injusto para el bebé y su madre que, en muchos casos, no haya habido una información veraz, sino distorsionada por las empresas de fórmula que nos hablan de leches «cada vez más parecidas a la leche materna».
Me parece injusto juzgar a la madre que decidió no dar de mamar y me parece injusto que aquella que sí quería no haya recibido el apoyo necesario para conseguirlo. Y me parece injusto que se mire mal a la madre de un bebé de dos meses que da el biberón en el parque y a la madre de un niño de dos años que toma teta en ese mismo parque.
No es una guerra, teta contra biberón o biberón contra teta. Somos madres tratando de criar a nuestros hijos de la mejor manera que podemos y sabemos, y para ello es importante que podamos contar también con la información que nos aporta la evidencia científica actual.
Desde La Liga de La Leche de Euskadi queremos pedir varias cosas: información veraz, respeto por las decisiones tomadas por las madres y apoyo para poder llevar a cabo estas decisiones.